La guitarra de diez cuerdas, es un laboratorio de sonidos y colores refractados por las extrañas cualidades acústicas del instrumento.
Tiene sus diez cuerdas montadas
sobre el diapasón, lo cual
permite que el sonido se
acreciente notablemente debido a
los equísonos y simpatía que
generan las cuatro cuerdas
agregadas.
El ancho del diapasón de la
guitarra de diez cuerdas, hace
que los dedos se acerquen más al
mango, achicando el arco de la
mano izquierda y facilitando la
velocidad y los ligados.
Brinda la posibilidad de
ejecutar obras que fueron
escritas originalmente para laúd
o vihuela, sin tener que
transportar las importantes
notas graves y también se pueden
interpretar las obras escritas
para guitarra de seis cuerdas.
En cuanto al campo de la música
contemporánea,ofrece enormes
posibilidades ya que cuenta con
una mayor gama de sonidos y de
recursos técnicos.
No hay ninguna regla en cuanto a comenzar desde el principio con este instrumento o esperar años antes de adoptarlo, porque cuando comenzar depende de la sensibilidad de cada uno.
1828 - Fernando Carulli utiliza una guitarra
de diez cuerdas con una ampliación en el
mango sin entrastadura para las cuatro
cuerdas agregadas, construida por el luthier
René Lacote y registrada en París en 1861. Carulli escribió su método
Op.293 para guitarra de diez cuerdas.
1960 - El luthier español José Ramírez III, dedicó mucho estudio a la construcción de guitarras con la finalidad de solucionar los problemas físico acústicos del instrumento y ampliar su sonido, se contactó con Narciso Yepes con el cual elaboró la idea de agregarle cuerdas al instrumento. Yepes le sugirió a Ramírez el agregado de cuatro cuerdas en la extensión grave, colocadas sobre un mango amplio, enteramente trastado para tener la posibilidad de ampliar la gama de sonidos con la mano izquierda.
1964 - Nace la primera guitarra de 10 cuerdas moderna. Ese mismo año, Narciso Yepes actuó por primera vez con la guitarra de 10 cuerdas interpretando el Concierto de Aranjuez con la Filarmónica de Berlín.
La afinación de las seis primeras cuerdas es igual a la de la guitarra de 6 cuerdas.
Afinación de Narciso Yepes:
E B G D A E C Bb Ab Gb
Estos tonos otorgan vibración armónica para
extender la resonancia por cada nota en
el diapasón de la guitarra.
Controlar y usar la resonancia a voluntad y
no a la del instrumento, es una importante
meta artística, aplicando la parte inferior
de la muñeca derecha a través de las cuerdas
graves, se puede apagar la resonancia
indeseable. Con el tiempo esto se convierte
en un aspecto automático de la técnica, de
acuerdo con las exigencias de la obra que se
ejecuta.
También, se puede bloquear la resonancia con
la mano izquierda, idea que se transfiere de
la guitarra de seis cuerdas.
En cuanto a la resonancia concierne, es
importante darse cuenta que uno está usando
constantemente las cuerdas graves extras,
porque este es el principio físico que le dá
a la guitarra de diez cuerdas una calidad
distintiva como característica.
A medida que el tiempo pasa uno se va dando
cuenta del poder de su volumen. En cada
ejecución se aprende a pulir y usar las
cualidades de las notas más sostenidas y del
mayor volumen conseguido por las siempre
presentes vibraciones armónicas.